Bienvenidos a Gozoso, un programa de Adviento inspirado en los Misterios Gozosos del Santo Rosario. Este programa de cuatro semanas es ideal para personas individuales, familias y grupos pequeños e incluye videos del Obispo Donald J. Hying, guías de conversación, oraciones, prácticas espirituales recomendadas y más.
Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a tu derecha, merezcamos poseer el reino celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos
¿Qué distracciones en tu vida puedes minimizar o eliminar para acercarte más a Dios?
¿Recuerdas alguna ocasión en la que reconociste la presencia de Dios en tu vida?
¿Por qué crees que debemos estar vigilantes durante este tiempo de Adviento?
¿Qué esperas de este Adviento con grandes ansias y gozo?
¿De qué manera puedes perdonar y honrar al Señor este Adviento?
¿Cómo puedes cultivar la paciencia?
¿Con qué frecuencia te tomas un tiempo para simplemente sentarte en silencio y escuchar la voz del Señor? ¿Qué te impide hacerlo?
Cada noche, antes de dormir, dedica unos minutos a reflexionar en oración sobre tu día.
Agradece y alaba a Dios por las cosas buenas que te sucedieron durante el día.
Fíjate en cómo Él estuvo presente en tu vida.
Identifica los momentos en que tuviste dificultades, fallaste o pecaste. ¿Cómo puedes mejorar mañana?
Dedícale un tiempo a la oración y al silencio, hablando con Dios y escuchándolo.
El Adviento es un momento especialmente importante para confesarse, ya que la confesión nos ayuda a preparar nuestro corazón para Jesús.
Antes de ir a confesarte, ora al Espíritu Santo pidiéndole ayuda para reconocer tus pecados.
Haz un buen examen de conciencia para reflexionar y prepararte.
Cuando tienes una relación con alguien, quieres pasar tiempo con esa persona ya sea hablando, compartiendo una comida o simplemente estando juntos. Las relaciones requieren un compromiso e intimidad. Lo mismo ocurre con tu relación con Dios.
Además de ir a Misa todos los domingos y días festivos, intenta asistir a Misa a diario. La mayoría de las parroquias ofrecen la opción de asistir a Misa temprano por la mañana o por la noche.